A todas nos ha pasado que nos hemos puesto a mirar cremas y sérums para mejorar el cuidado de nuestra piel y nos empiezan a surgir muchas preguntas.
¿Qué significa humectar la piel? ¿Nutrir e hidratar es lo mismo? ¿Cuál es la diferencia entre una crema hidratante y una crema humectante? ¿Los aceites hidratan la piel?
No te preocupes, es normal no conocer cuál es la diferencia entre estos términos tan diferentes que muy a menudo son utilizados como sinónimos y nos acaban llevando a más confusión. Por ello, en este artículo queremos darte toda la información necesaria para que puedas conocer las diferencias entre hidratar, humectar y nutrir tu piel. Ya verás que al comprender mejor estos términos también puedes elegir mejor qué productos son los más adecuados en función de lo que pueda necesitar tu piel.
Diferencia entre nutrir e hidratar la piel
A estas alturas ya habrás intuido que nutrir e hidratar no es lo mismo. Veamos por qué.
Nutrir significa aportar principalmente lípidos, vitaminas, proteínas y ácidos a nuestra piel. De esta manera, le proporcionamos a la piel los elementos que necesita para poder generar una protección contra los factores externos y también regenerarse. En palabras muy simples, es la acción de “dar de comer” a la piel. Con estos nutrientes la piel es capaz de llevar a cabo todos los procesos fisiológicos que le permiten estar sana y cumplir su función.
Hidratar, por otro lado, significa restablecer el nivel de humedad óptimo de la piel. Siguiendo con las comparaciones, es la acción de “dar de beber” a nuestras células.
La piel mantiene su humedad gracias al sudor y al agua procedente del interior del cuerpo (agua transepidérmica). Cuando, por diversos factores, disminuye la cantidad de agua presente en la epidermis, la piel se seca, se vuelve más frágil, arrugada y apagada y queda más expuesta a enfermedades cutáneas. Esto es lo que se conoce como deshidratación o piel deshidratada.
Del mismo modo que nuestro organismo necesita hidratarse, a través del agua, y nutrirse, a través de los alimentos, la piel necesita hidratación y nutrición para funcionar correctamente.
Ahora que conocemos la diferencia entre hidratar y nutrir la piel, es fácil entender por qué estos cuidados deberían ser tratamientos complementarios en nuestra rutina diaria.
Para nutrir nuestra piel, podemos utilizar una crema o a un aceite facial nutritivo rico en vitaminas, lípidos y ácidos grasos, pero ¿cómo hidratamos nuestra piel? Aquí es donde entran en juego los humectantes, otros grandes aliados del cuidado cutáneo que vamos a ver en el siguiente apartado.
Diferencia entre hidratar y humectar la piel
Parece claro que la piel necesita un aporte importante de nutrientes para mantener en estado óptimo su estructura y funcionalidad; por otro lado, la piel también necesita una cantidad mínima de agua para poder sintetizar los lípidos y funcionar correctamente. Hasta aquí todo bien: hidratación y nutrición. Pero entonces, ¿qué significa humectar la piel?, ¿es lo mismo una crema humectante que una crema hidratante?
Los conceptos de hidratación y humectación generan muchas dudas y a menudo son términos que se utilizan como sinónimos. De hecho, es común encontrar en internet algunas afirmaciones que no acaban de ser del todo exactas y nos pueden llegar a confundir. Entonces, ¿cuál es la diferencia real entre hidratar y humectar?
Como hemos visto, hidratar significa restablecer el grado de humedad óptimo de la piel. Para conseguir este fin, podemos recurrir a distintas sustancias hidratantes que, según su mecanismo de actuación, se agrupan en sustancias humectantes, oclusivas o emolientes.
Aquí encontramos el motivo porqué estos dos términos se confunden a menudo y el que determina la diferencia entre hidratar y humectar la piel; un humectante es, en realidad, una sustancia o principio activo hidratante que ayuda a mejorar los niveles de hidratación de nuestra piel. De esta forma, se puede considerar que las sustancias humectantes son, en sí, hidratantes (aunque no todas las sustancias hidratantes son humectantes).
Si nos fijamos en su definición, los humectantes son principios activos que consiguen mejorar los niveles de hidratación cutánea mediante su capacidad de absorber el agua del ambiente y retenerla en nuestra piel. ¿Has oído hablar de las propiedades hidratantes de la urea o el ácido hialurónico? Esto es así porqué estos ingredientes cosméticos son dos ejemplos de sustancias humectantes.
En este sentido, utilizar una crema facial con ácido hialurónico puede ayudarte a aumentar los niveles de hidratación de tu piel, además de mejorar la suavidad y elasticidad del rostro y tratar la firmeza de tu piel.
Y entonces… ¿Los aceites hidratan la piel?
Es común escuchar que los aceites naturales ayudan a mejorar los niveles de hidratación de nuestra piel, pero, como resulta lógico, estos no tienen la capacidad de absorber y retener la humedad del ambiente. Entonces, ¿por qué se dice que los aceites hidratan la piel?
La respuesta la encontramos en los otros dos grupos de sustancias hidratantes; los ingredientes oclusivos y los emolientes.
En primer lugar, los aceites hidratan la piel porque son sustancias de naturaleza grasa que, aplicadas sobre la piel, crean una fina película que reduce la evaporación natural de agua. Esto es lo que se conoce por sustancia oclusiva y, como podemos imaginar, consigue mejorar nuestra hidratación cutánea. Es por esta razón que siempre se recomienda dejar el aceite para el último paso de tu rutina de cuidado. Si aplicas el aceite primero, cualquier crema o producto hidratante que vaya después no penetra bien y por lo tanto no funciona correctamente.
En segundo lugar, se puede considerar que algunos aceites naturales también hidratan la piel por sus propiedades emolientes. Los emolientes son sustancias que ayudan a “rellenar” los espacios entre nuestras células cutáneas y ayudan a la piel a recuperar su barrera natural. De esta forma, la evaporación y pérdida de agua también se reduce, mejorando así nuestros niveles de hidratación. Algunos ejemplos de emolientes los encontramos en los aceites ricos en vitamina F como el de girasol o el de rosa mosqueta.
Aunque en este artículo hablamos de “nutritivos”, “oclusivos”, “humectantes” o “emolientes” como si fueran ingredientes diferentes, cierto es que podemos encontrar algunos principios activos que presentan varias características y cumplen más de una función.
Por ejemplo, esta mascarilla de hidratación profunda tiene propiedades nutritivas, oclusivas y emolientes gracias a su combinación de 7 aceites vegetales, manteca de murumuru y betaína. La combinación de estos ingredientes no solo mejora los niveles de hidratación cutánea, sino que además aporta a la piel una dosis extra de vitaminas y nutrientes.
Ahora que ya conoces sin duda alguna las diferencias entre nutrir, hidratar y humectar, recuerda escoger productos que mejor se adapten a cada momento. Ya sabes que no todo vale y es fundamental contar con los mejores aliados a la hora de cuidar de tu piel.
Fuentes y enlaces de interés
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